Hace unos días Ibone Olza presentó su libro Lactivista en Pamplona (de donde ella es, ¡y donde nunca hasta ese momento había dado ninguna charla aún!).
Ibone es psiquiatra infanto-juvenil y perinatal, profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, investigadora y escritora, y madre de tres hijos.
En este libro ha recogido varios post publicados en su propio blog y en otros medios, con la intención de normalizar y defender la lactancia.
La charla tuvo lugar gracias a la asociación Amabitzia, a la cual agradezco mucho su actividad y organización de charlas como esta y como otra a la que asistí, también de forma gratuita, de Carlos González en el colegio Maristas hace unos meses.
Pero hay algo que me choca mucho de todo este entorno, y es algo que precisamente Ibone defendía.
En su presentación nos acercaba antiguos modelos y creencias que todavía hoy tenemos que luchar por borrar.
Y uno de ellos es todo este rollo de megamilitancia. Apoyo la lactancia materna, mucho. Y no he hecho más que empezar. Pero este tufillo a grupitis extremitis no me va nada. El que se presenten como «militantes» me echa para atrás. Si precisamente pretendemos normalizar algo, me resulta un poco raro utilizar esa terminología para presentarse a sí mismas.
Y repito que agradezco muchísimo el trabajo que hacen, pero a mi me tendrán desde otro punto, un poco si cabe más «normal».
Y precisamente lo que criticaba Ibone es el hacer que las mujeres que no han logrado dar el pecho durante el tiempo «deseable» se sientan mal, o que las mujeres que han tenido a su bebé ingresado, o han tenido grietas, o equis, no se sientan lo suficientemente «buenas madres» por sólo haber dado a su bebé el pecho durante un mes. O diez días. O cinco. ¡Estupendo mujer! Has conseguido dar el pecho durante todos esos días, lo cual en tu situación es un esfuerzo enorme.
Esto no lo he vivido, pero me lo han contado. Una amiga que pedía a una de estas asociaciones un sacaleches que ofrecen en alquiler, y sufrió un interrogatorio y una buena charla que le hizo sentirse como una malísima madre por dar a su bebé su leche en biberón y no de la teta. Su frase fue «¡las grietas las tengo yo y no ellas!».
Así que, necesitamos más apoyo, incluso «a pesar de las asociaciones de lactancia».
Por eso mi «Soy lactivista» va con segundas. Soy lactivista, pero no «militante».
Es algo que fue muy criticado por la portada de la revista Time en 2012. Are you mom enough? ¡A ver si ahora no vas a ser buena madre si no puedes, o no quieres dar el pecho!
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