Uno de los días que fui a buscar a Axel (15 meses), me fijé en un cartel con unas casillas que señalaban algunas de las fechas de los próximos meses.
En seguida una de las educadoras me explicó que las mamás o papás podíamos apuntarnos el día que mejor nos viniese, para pasar una mañana con ellos en la escuela infantil.
Es una iniciativa que no siempre habían realizado, ya que es mi tercer hijo en la escuela y nunca habíamos tenido esta oportunidad. Yo estaba encantada de poder participar.
Vivir la experiencia de acompañar a mi chiquitico, sus compis y sus educadoras durante una mañana me ha demostrado la fantástica forma de trabajar que tiene este trío de educadoras (más un chico en prácticas que tienen ahora mismo), dentro de la línea pedagógica que desarrollan las Escuelas Infantiles Municipales de Pamplona. Tenía mis dudas sobre si les pondría nerviosos a los peques tenerme allí pero nada más lejos de la realidad. Os diré qué es lo que me ha encantado:
- Ambiente de calma, los tiempos de cada niño se respetan dentro de una estructura cerrada que les da seguridad: juego libre, almorzar, taller, plaza, comer, plaza, siesta.
- Juego y movimiento libres: crucial en el desarrollo de los chiquiticos. Qué bien que se respete tanto en la escuela.
- Silencios y quietud de las educadoras: permite dar los espacios a los chiquis para que desarrollen sus juegos, sus proyectos, puedan pensar, aburrirse y crear. ¡Tantas veces los tenemos sobre-estimulados!
Doy gracias al equipo de la Escuela Infantil Mendebaldea por permitirme ver desde dentro un día ‘de labor’ de Axel, con sus compis, con su vida. Creo que él también ha disfrutado mucho de haber tenido a su mami en su entorno durante una mañana (me ‘presentaba’ a otras educadoras de otros grupos a las que ya conocíamos por haber estado con sus hermanos, ¡adorable!).
Gracias por el proyecto educativo que protegéis y desarrolláis. Seguid así.
